lunes, 28 de diciembre de 2009

Un baño de historia

REBECA RUIZ

Llueve, hace frío y la ciudad incita a buscar el calor de un refugio. En pleno centro de la capital se encuentran los baños árabes de Medina Mairyt. Un edificio rojo que pasa desapercibido si no sabes lo que andas buscando. Tras la puerta imponente se esconde un remanso de paz, de silencio y de calidez. Un intento de devolver al mundo parte de la cultura olvidada del al Andalus.


¿Ponerse el bañador con el frío que hace fuera? Enseguida entras en calor, del agua caliente a la piscina de agua fría. Con frío en el cuerpo cruzas la cortina de vapor de los baños turcos para acabar de nuevo bajo un chorro de agua helada. Un movimiento constante por espacios muy cuidados y que te hacen sentir parte de una época lejana. Todo en silencio, todo bajo una tenue luz, todo bajo la invitación a reflexionar mientras disfrutas de la calma. Y más te vale estar en calma si no quieres que te manden al orden.


Así que una se pone a reflexionar. Cualquier día es bueno para hacer un repaso a la vida, a lo que llevas recorrido y a aquello que vendrá. Y te das cuenta que el “camino se hace al andar” pero nunca (nunca) se camina solo. No sabes dónde vas a encontrar al siguiente compañero de viaje y si aquellos con los que iniciaste la travesía aguantarán hasta el final. Cada uno ayuda a definir el color del siguiente paso… Sin duda hoy es un buen día para estar agradecida a todos. Gracias chicas de azul por ser el inicio de tantas cosas. Gracias pequeñitas por recordarme que da lo mismo 6, 10 que 27: hay lazos que no se ven y se mantienen a lo largo del tiempo. Gracias a mis periodistas, los que aparecisteis hace poquito, nunca es fácil descubrir que necesitas un cambio de rumbo y sin duda con pasos de baile todo sigue un ritmo especial. Gracias por todo o nada a la vez. Gracias Lima por enseñarme que una nueva realidad es posible y que hay amistades que simplemente son para siempre. Gracias nenas por ser mi piña y recordarme cada día que soy yo la que da el punto porque sostengo la aguja no porque esté sola en ningún momento. Gracias mis niñas por sonreírme con sabor a México, Venezuela y Galicia. Gracias mis chicas prefes por dejar que la conversación siga en el punto exacto donde la dejamos la última vez sin que nada haya cambiado. Gracias a mis gemelas (y medio) por un cariño incondicional. Gracias por cuidarme desde el lejano oriente, desde aquí, desde allí, siempre… Y gracias a ti, porque sin duda “lo más bonito eres tú”.


Hasta de relajarse hay que darse un respiro ¡y más aun si has decidido reflexionar! y para eso están las zonas de descanso en las que se bebe té directamente de la fuente. El descanso se une directamente con el masaje. Así que esperas paciente hasta que llega tu turno.


Tanto remojo abre el apetito y el olor que llega del restaurante parece parte del espectáculo. Menú árabe a base de Zaalouk de berenjenas, el típico cus cus con pasas y cebollas confitadas o los tradicionales pastelitos moriscos. Todo rogado con un té de menta con tanto azúcar que casi se puede masticar, sin duda un fiel reflejo de los tés de oriente.


Salimos a la calle y el frío polar te devuelve a la realidad. Se ha terminado nuestro viaje a la historia pero sin duda hoy te sientes más princesa y más relajada.


Muchas gracias a todos por ser mis compañeros de viaje, os quiero.


3 Comentários:

Pecados Actuales dijo...

Como siempre espectacular, dan ganas de dejarlo todo e irse a relajar alli. Gracias.

Anónimo dijo...

Escribes fenomenal... según lo lees parece que esta allí, disfrutando de ese maravilloso relax.

Anónimo dijo...

Gracias por enseñarme tanto cada día, por sonreirme, por los detalles, por esos mensajes de "besis de lunes", por ser compañera de MI viaje, por nuestras risas, por nuestras lágrimas compartidas, por esos jugos de mil sabores a las ocho de la mañana...

Simplemente..que NUNCA se apague nuestra vela...

Niveles

Followers

PEREZA © 2008. Template by Dicas Blogger.

TOPO