El Revital Center, un lugar para recuperar la vitalidad

REBECA RUIZ

Llega un momento en el que el cuerpo y la mente necesitan un respiro. Apearse de la rutina diaria y descansar. Por dentro y por fuera, de arriba abajo. Que te mimen y te cuiden para poder volver a embarcarte en el día a día con fuerzas renovadas.

El centro Revital está en Suiza. En Les Rasses un pueblo cerca de Yverdon, en el cantón Jura. En lo alto de la montaña y mirando al lago, como si de un balcón de la naturaleza se tratara. En verano toda la colina está llena de flores, mientras que en invierno un manto de nieve cubre el paisaje. Es el escenario perfecto para devolver la armonía, la paz y el bienestar a todos aquellos que deciden llegar hasta aquí.

Uno se levanta temprano y empieza la jornada. Ejercicios de Qigong para mejorar la respiración y recuperar la energía perdida durante los últimos meses. El resto del día transcurre de forma personal, cada uno planifica y decide el suyo según sus necesidades. Con Raiki, Reflexología podal, Hot stone, tratamientos de belleza o paseos por la región. Y es que aquí existen muchas actividades complementarias. Esquí en invierno, senderismo por las montañas, actividades acuáticas en el lago o disfrutar del museo de cajas de música que es tan característicos de la zona.

A las 10 es la hora del zumo. Cada día uno diferente. Una variación de frutas seleccionadas por sus valores reparadores, nutritivos y revitalizantes que esperan en cuidadas copas de cristal fino.

Las horas de las comidas se esperan con ansia. Platos perfectamente preparados y decorados. Obras de arte individuales, hechas a partir de verduras, hierbas, frutas y cereales. Cuatro platos tan variados y sorprendentes que uno olvida que no ha probado la leche, el pescado ni la carne en toda la semana. Y es que aquí se apuesta por una limpieza integral del organismo.

Al caer la noche cada uno decide como pasar las últimas horas del día. Charlar en la terraza llena de velas y mirando al lago, escuchar una conferencia sobre temas actuales o retirarse a la habitación mientras se disfruta de un buen libro en la bañera con sales relajantes.

Llama la atención la amabilidad, la hospitalidad y la paz que transmiten todos los que trabajan en el Centro Revital. No es un hotel corriente, no es un balneario usual. Uno se siente como en casa y esto influye para que uno se deje llevar y disfrute de cada minuto.

La semana pasa muy deprisa, y el momento de partir ha llegado. Con fuerzas renovadas uno sabe que ahora va a enfrentarse a la vida con una vitalidad que creía perdida.